2014(e)ko otsailaren 10(a), astelehena

Déjate abrazar

¡Cuánta alegría! Siente el Padre.
¡Vaya fiesta! Monta para todos.
El Evangelio no sabe ya que más poner para que entendamos que este momento es una pasada. Es el momento en que el hijo siente cómo es su Padre. Se fue de casa porque no le conocía, vuelve y se encuentra con todo un amor que se sale: injusto, desmedido, ilógico, incondicional, feliz. ¡Él es así!, cualquier otra explicación lo estropearía.
ACOJAMOS SU ABRAZO, QUE SE MUERE DE GANAS POR DÁRNOSLO.

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