2013(e)ko urtarrilaren 8(a), asteartea

Fe cristiana expresada en graffitis




 El graffiti  quiere transmitir un contenido, un mensaje, que, en las fotos que podemos ver, se centra sobre el personaje que es el fundamento de la fe cristiana: Jesús, el Mesías, el Salvador, el Rey del Universo (a este mensaje apuntan algunos símbolos que acompañan a veces al nombre de Jesús, como son la corona o el pez, el primer símbolo cristiano). El graffiti está hablando de la fe del grafitero, el cual hace pública su creencia (los graffitis suelen hacerse en las paredes de lugares abiertos, públicos o concurridos, precisamente para que se vean) con un ánimo de llamar la atención del espectador para admirar su obra y motivar su curiosidad y, si llega el caso, su interés por el artista o el mensaje expresado.

El graffiti, por último, es una forma de expresión transgresora. No sigue los cánones habituales del arte porque es una forma de expresión ligada a cierta parte de la juventud, que, por naturaleza, se sale de los límites impuestos para buscar su propia identidad, espacio y modos de expresión, de forma libre y personal, sin cortapisas, buscando la aceptación de una sociedad que, a veces, rechaza lo que no comprende o no controla y es tardía en aceptar lo que es expresión de un fuero interno que, por joven, suele ser caótico, visceral, pero que pugna por salir con la fuerza de una explosión de sensaciones, de ganas de expresar lo que se lleva dentro, para llamar nuestra atención y acogida. Desde mi modesto punto de vista, eso es el graffiti: una estruendosa llamada de atención.

Pero si el fuero interno del artista grafitero está henchido de una fe que guía sus pasos y marca su vida, el graffiti, además, pasa a ser también una invitación al espectador, una fuerte llamada a su fuero interno para compartir una fe que llena la vida y que es capaz de dar sentido a toda la existencia humana. Y, por eso mismo, es una fe que busca expandirse, comunicarse, compartirse, con fuerza, porque llena toda la vida. Ahí radica el interés del graffiti cristiano: compartir con todos el tesoro de una fe que da sentido a la vida del joven artista grafitero. Y lo hace con una estética que los jóvenes pueden entender, porque en todos ellos bulle esa fuerza interior incontenible, que son las ganas de vivir plenamente: el ansia de felicidad.

Por tanto, el graffiti cristiano puede ser un muy buen medio de expresar y compartir la fe entre la juventud que se siente motivada por la estética grafitera. Entre el alumnado de nuestro Centro, hay jóvenes que les gusta expresarse mediante este medio, por lo que esta entrada también va dedicada a ellos, pues ellos, mejor que nadie, sabrán entender el contenido de un graffiti que expresa lo que contiene el corazón: la fe en Jesús.

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